Los derechos de los trabajadores de marihuana medicinal se están haciendo humo

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Pocos son los que están haciendo una pausa para preguntar por la creciente mercantilización de la floreciente industria de la marihuana médica en Ontario

Toronto – Marzo 10 del 2016 - Los empleados de los productores de marihuana medicinal se consideran trabajadores agrícolas, lo que significa que no pueden sindicalizarse en Ontario.

MedReleaf es uno de los mayores productores de marihuana medicinal en Canadá, registrada ante Health Canada para fabricar y distribuir cannabis medicinal a los clientes en todo el país.

La compañía, que es particularmente popular entre los miembros de las fuerzas armadas con diagnóstico de trastorno de estrés post - traumático (PTSD por sus siglas en ingles), posee y opera una instalación en un parque industrial en Markham, Ontario.

El verano pasado, los trabajadores contactaron a la UFCW Canadá para expresar su interés en unirse al mejor sindicato de Canadá.  Al Sur de la frontera, la UFCW representa a los trabajadores en California, Oregon, Minnesota, Nuevo México, y Washington.
Pocas semanas después de ponerse en contacto con la UFCW Canadá, la mayoría de los cincuenta empleados de MedReleaf firmaron sus credenciales y llenaron sus solicitudes para su certificación sindical, los mismos que fueron entregados por el sindicato tanto a las juntas laborales federales y provinciales.

Desde que la compañía fue registrada ante Health Canada y monitoreada regularmente por la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), la posición del sindicato fue que los empleados deberían estar cubiertos por la ley federal del trabajo.  Al mismo tiempo, una solicitud provincial se hizo en el caso de que la Junta Federal de Trabajo rechazara la jurisdicción sobre este asunto.

La junta provincial programó una votación secreta que se llevó a cabo en las instalaciones de Markham siete días después de la solicitud del sindicato.  En los días previos a la votación, los principales líderes expresaron abiertamente su apoyo al sindicato – vistiendo gorros del sindicato y sus camisetas - se organizaron numerosas reuniones para conseguir apoyo entre sus compañeros de trabajo.

En el momento de la solicitud, 35 de los 50 trabajadores de MedReleaf, la mayoría de los cuales eran mujeres filipinas, fueron empleados a través de una empresa de trabajo temporal.  Aunque más del 60 por ciento de los trabajadores originalmente firmó por las credenciales del sindicato, el sindicato perdió en la votación.

Ambos niveles de gobierno aparentemente se han lavado las manos en todo este asunto.

En primer lugar, la junta federal reclamó que no tiene jurisdicción sobre los trabajadores de la industria de la marihuana médica.  A continuación, la junta provincial consideró a MedReleaf el ser una operación agrícola, lo que significa que sus trabajadores no pueden ser sindicalizados. ¿Cómo hemos llegado a este punto?

En el año 1995, poco después de la elección de Mike Harris, el gobierno provincial Conservador revocó el derecho de los trabajadores agrícolas a sindicalizarse en Ontario.  El Tribunal Supremo dictaminó que la exclusión era una violación de la Constitución y dió instrucciones al gobierno de Ontario para volver a redactar la ley.  El resultado fue la Ley de Protección de los Trabajadores Agrícolas (AEPA por sus siglas en inglés) en el 2002, que en gran medida no puede obligar a los empleadores a reconocer el derecho de los trabajadores agrícolas a la negociación colectiva.

Pocos días después de la decisión de la junta de trabajo en clasificar a los trabajadores de MedReleaf como empleados agrícolas, la empresa despidió a una media docena de trabajadores que apoyaron abiertamente a la campaña de organización sindical.  En respuesta, la UFCW Canadá ha presentado cargos de prácticas laborales injustas contra la empresa y los cargos adicionales bajo la AEPA.  Ahora han transcurrido nueve meses desde que este pequeño grupo de trabajadores de cannabis medicinal se contactaron por primera vez con el sindicato.

Si el gobierno de Ontario simplemente había reconocido el derecho de todos los trabajadores a afiliarse a un sindicato y disfrutarán de la misma protección en virtud de la Ley de Relaciones Laborales de la provincia, los cargos del sindicato habrían sido dirigidos actualmente en una audiencia de gobierno independiente.  Este es el proceso judicial de cada trabajador que quiera sindicalizarse en Ontario - excepto aquellas personas que trabajan en granjas o producen marihuana.

Hoy en día, la producción de la marihuana medicinal es uno de los sectores de más rápido crecimiento de la economía de Ontario.  Los pesos pesados políticos y corporativos, como el ex - Ministro de Salud del Partido Liberal, George Smitherman y el ex - Primer Ministro del Partido Conservador, Ernie Eves, se están sumando a la acción de poner en marcha sus propias empresas.  La promesa del gobierno de Trudeau en Ottawa para legalizar la marihuana dará lugar a una mayor expansión de la industria.  Sin embargo, pocos han hecho un alto para cuestionar la corporativización de un producto único que está asociado en gran medida con las virtudes de propiedad colectiva como la compasión y el compartir.

Y con la excepción de los trabajadores de marihuana en sí, pocos se han preguntado por la proliferación de las ganancias sobre las personas en este sector de la economía.  Un cheque en blanco ha sido entregado a los propietarios de negocios y empresarios.  Los trabajadores de marihuana se unen ahora a las decenas de miles de trabajadores que cultivan, cosechan y transportan las frutas, verduras, y el ganado que consumimos, pero están excluidos del derecho fundamental a la libre negociación colectiva.

Para todos los que han luchado sin descanso por la despenalización o legalización de la marihuana, es hora de reconocer la diferencia dramática entre una clínica compasiva y una corporación transnacional que prefiere conservar sus lugares de trabajo libres de sindicatos.  La compasión no debe limitarse a los que consumen marihuana.